Aislados en su propia provincia: "Acá hay 40 familias que se están muriendo de hambre"
María Celia Pougens vive en el paraje El Caldén y para poder trasladarse a otra localidad dentro del territorio de San Luis le exigen que realice cuarentena.
La vecina relató en El Chorrillero por CNN Radio San Luis la vida que están llevando en el norte puntano.
“Estamos prisioneros. Estamos dentro de la provincia, pero nos piden un permiso de ingreso y egreso”, afirmó y dijo: “Nadie vino a vernos, esta gente está llorando porque no tiene para comer, porque no han podido ir a cobrar, ni comprar medicamentos”.
María Celia Pougens vive con su marido Luis Romero, en el paraje El Caldén, a la vera del camino rural 51B. Ella, al igual que sus vecinos de los parajes sanluiseños de Baldecito o El Cadillo no pueden transitar dentro del territorio de San Luis.
¿El motivo? La Ruta 51B desemboca sobre la Ruta Nacional 79, dentro del pequeño tramo que separa el Puesto Fronterizo Provincial N° 4 y el límite con La Rioja. El camino vecinal bajo jurisdicción de la Dirección de Vialidad de San Luis está a 30 metros de distancia del puesto policial y a 1500 metros del límite de La Rioja.
Cada vez que llegan al control policial que durante toda la vida cruzaron para ir a Candelaria donde tienen sus domicilios, donde está el banco para cobrar y los negocios para hacer las compras, entre otras cosas, ahora les exigen el permiso del Comité de Crisis del Gobierno de San Luis para ingresar y realizar la cuarentena en las residencias de la Universidad de La Punta.
Están aislados en los parajes desde hace 36 días. A partir de que se detectaron una serie de contagios de COVID 19 en Villa Dolores, Córdoba, no los autorizan a cruzar por el puesto policial.
María Celia Pougens tenía previsto viajar con su marido Luis Romero el jueves a la mañana del jueves desde El Caldén, recorrer los seis kilómetros de la ruta sanluiseña 51B hasta llegar a la Ruta N° 79 para recibir atención odontológica en Quines y del cardiólogo en San Francisco.
La Policía no los deja pasar. “Somos tan sanluiseños como ustedes que viven a pocas cuadras del centro, pero no nos dejan pasar por el puesto policial. Mi marido necesita medicación y es enfermo cardíaco. No me sirve que me den permiso para ir a visitarlo al cementerio. Necesitamos que pueda ir al médico”, reflexionó.
"San Luis no es la provincia ejemplar. Acá hay 40 familias que se están muriendo de hambre. No estamos hablando de política, si no de criterio humano. Son criminales. Quiero que venga el Comité de Crisis y se reúna con la gente”, pidió.
Dijo que al no poder salir a realizar las compras, hay vecinos que ya no tienen provisiones.
"Hay gente que está llorando porque no tiene para comer”, manifestó dirigiéndose a las autoridades y tuvo en cuenta que “la intendenta de Candelaria, que en época de elecciones viene por cada casa en los campos para llevarlos a votar, hoy que hace 36 días que no podemos salir y no ha venido”.
Los principales pasajes de la nota:
“Cuando nos responden a la solicitud de ingreso, nos dicen que no nos corresponde, exactamente no corresponde porque nosotros estamos dentro de la provincia”.
“¿Dónde está el criterio humano? ¿Qué van hacer? ¿Me van a dar permiso para ir a visitarlos todos los días al cementerio?”.
“Es imposible creer esto, que parezca que no somos de San Luis, cuando en nuestro documento lo dice. Si hay algún problema que vengan a hacer testeos, que vengan y controlen”.
“El error que tuvieron es no haber puesto un control en El Cadillo o La Médula de donde viene la gente de Los Cerrillos, y nos metieron a todos en la misma bolsa”.
“Somos tan sanluiseños como ustedes que están en la capital”.
“No poder cobrar, no podemos pagar los servicios y algunos no tenemos luz. Hay vecinos que deben extraer agua con bombas que funcionan con combustible, pero no podemos ir a comprar”.
“No somos animales”.
“Otra de las respuestas que me dieron ante mi desesperación fue, bueno señora váyase a vivir al pueblo. Mirá si voy a dejar mi casa”.
“La señora intendenta de Candelaria dice que la gente de El Caldén está asistida por la Municipalidad con alimentos y una enfermera. Mienten asquerosamente”.